No importa si eres o no de una religión, si crees en Dios o simplemente en el poder del Universo o la Naturaleza. Cuando confías en un poder superior, en algo que está más allá de uno mismo, es mucho más sencillo alivianar las cargas del día a día y vivir más relajadamente. Saberse cuidado, sentirse protegido es un bálsamo para el alma y el espíritu. Personalmente me gusta pedir ayuda a ángeles y arcángeles, pero cada uno debe encontrar qué le hace sentido y, a partir de allí, empoderarse con la Fe.

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